Tengo una amiga que se pone verde cuando siente envidia. Ella es alta altisima, guapa guapísima, simpática simpatiquísima, está estupenda y tiene un trabajo genial que le permite disfrutar salir y vivir bien. Tiene una gran familia y tiene amigos estupendos. Pero no tiene novio. Se ve ya en los 40 y sin pareja.
¡A cuanta gente le pasa esto! Conozco muchas personas en esta situación.
Cuando salimos con parejas no lo puede evitar, se pone verde. Parece que se siente la tonta del bote, la marginada, la inválida. Se queda sosa, aburrida y hasta fea. Pone cara de nadie me quiere…, y tristemente…., consigue que nadie la quiera cerca.
Mi amiga no se da cuenta de que si ella quiere que nadie la vea, entonces nadie la va a ver. Si ella mira para otro lado o si pone un velo en su mirada, si se esconde, entonces no se le ve. Y entra en barrena. Distanciándose agranda su soledad. Agrediendo con su malestar consigue agresiones.
Y mira que la quiero….., pero me pone de una mala leche cuando se pone así….
¿Que difícil no? Es curioso porque todos la entendemos. Todos hemos pasado por ahí. Todos hemos envidiado algo de una forma dolorosa. Todos nos hemos puesto verdes y hemos rabiado por algo.
¿Cómo salir de ese bucle? Si mi amiga sacara su envidia a pasear ¿que pasaría? Si dijera «¡me muero de envidia yo también quiero!»… ¿No es posible que todos nos muriéramos de la risa con ella y le diéramos un abrazo gigante? Yo lo haría. Estoy convencida de que si ventilara un poquito y sacara lo que esconde abiertamente, la envidia perdería todo su poder…. Nos reiríamos, bailaríamos y quién sabe, quizás algún chico diría…
¡Que tía mas estupenda!, alta, guapa, simpática ¡y además se ve que se siente libre!
Nota todo parecido de «mi amiga» con la realidad es pura ficción. Mis amigas no son unas envidiosas ;)))
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