En la terapia de grupo el proceso de escucha, dialogo y silencio interior está envuelto en los procesos relacionales. Se genera un espacio de conexión y relación con los demás enorme que permite la autoobservación .
Cada persona se expresa de una forma, cada persona tiene un estilo relacional diferente, unos patrones de conducta característicos, una forma de mirar y entender el mundo propios. En un grupo se juntan distintas culturas familiares, opiniones, percepciones y pensamientos.
Esto supone una riqueza enorme, de gran utilidad para el proceso individual de cada uno de los participantes. Me conozco en relación a los otros igual que en relación a los demás me flexibilizo y aprendo.
Podemos decir que, al proceso individual de cada uno, se le añade el plus del crecimiento y desarrollo en relación.
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