Llevo unos días preguntándome qué hacer… De tanto dar vueltas en la cabeza acabo por no saber qué quiero hacer… me pierdo en mis pensamientos.

Y de repente alguien me dice; ¿pero lo quieres hacer o no? Y me doy cuenta… ¡¡claro que si!! Entonces…¿por qué no me decido? ¿cuánta energía soy capaz de gastar antes de emprender? ¿cuánto de grande puedo dejar hacerse al miedo?
Y, ¿puedo identificar si es miedo al éxito o miedo al fracaso?

Si me bloqueo y me quedo en tierra de nadie… me comen los fantasmas.

Dicen por ahí que más vale arrepentirse de intentar hacer algo que de no intentarlo… porque si lo intentas y te sale «bien» serás más feliz y si te sale «mal» seras más sabio/a.

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