Aceptar y respetar… Aceptar y respetar lo que me gusta es fácil. Pero normalmente se nos mezclan cosas que nos gustan y que nos disgustan en la misma persona. Así que a veces nos toca aceptar y respetar cosas que no nos gustan.
Para aceptar esas partes que no nos gustan a veces hay que superar una sensación de incomodidad. Y esto tiene que ver con una decisión. Cuando acepto algo que no me gusta lo hago porque lo he decidido. Si no quizas no estoy aceptando.
Para respetar hay que guardar silencio. Respetar en estas ocasiones pasa por escuchar y valorar la perspectiva del otro, aunque no me guste. Por eso también necesita de la voluntad y es fácil que no me salga bien si no soy consciente de que lo quiero hacer.
Aceptar y respetar… ambos necesitan de la voluntad, ambos significan mucho más de lo que cotidianamente creemos que significan. Son palabras desgastadas por el uso…
Cuando decimos que aceptamos y respetamos al otro ¿somos conscientes de lo que decimos?
Crecimiento personal y autocuidado
Sobre la hostilidad del silencio
Lívida me he quedado al constatar la hostilidad que implica el silencio. Yo sabía que mi manera de enfadarme en muchas ocasiones era a través del silencio. Enfados no legitimados ni expresados que se convierten en Leer más…
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